La necesaria seducción del agua del grifo
Una de las batallas que, de momento, tiene perdida el agua del grifo respecto al agua embotellada es la relacionada con lo visual, la estética. Las compañias que comercializan agua en recipientes hacen diseños cada vez más atractivos y que incitan al consumo, mientras que el agua del grifo no tiene ese reclamo desde el punto de vista de la imagen. Tengamos en cuenta que el 90% de lo que percibe nuestro cerebro es visual. En este sentido, muchas de las cosas que compramos o consumimos nos entran primero por la vista. El portal descubre marketing apunta que para el 85 de los clientes el color del producto actúa como un elemento esencial a la hora de decidir una compra.